Arela: especialistas en marketing de minifundios
Un minifundio es una ‘propiedad rural o explotación agrícola de pequeñas dimensiones’. En Arela presumimos de trabajar desde dos polos del desarrollo tecnológico gallego: Cee y Os Ancares. Si decimos que contamos con las mejores infraestructuras y que aquí están los mejores profesionales de nuestro sector estaríamos haciendo algo que nunca se hizo en este sector, que es vender humo. Pero sí que tenemos los medios y las herramientas que necesitamos y sí que se dan las condiciones que buscamos para desarrollar nuestro trabajo.
Proyectos pequeños Vs proyectos de lugares pequeños
Para que un proyecto de comunicación funcione, su mensaje debe estar conectado con la realidad que lo envuelve. Nosotros somos de lugares muy pequeños y trabajamos en lugares muy pequeños. Cuanto más nos alejamos de ellos más recursos abandonamos y nuestro mensaje pierde fuerza y credibilidad cada kilómetro que pasa.
Un recurso es, por cierto, una ‘materia prima, fuente de energía, personal, etc., necesaria para el desarrollo de un país, de una actividad, etc.’: una empresa que apuesta por aprovechar y respetar los recursos naturales del rural gallego, profesionales tan listos como nosotros que toman la misma decisión –quedar– y con los que podemos sumar fuerzas, la gente que siempre estuvo, a la que debemos escuchar y de la que podemos aprender.
No importa mucho si desarrollamos un proyecto desde una aldea o desde una ciudad, si se trata de una empresa grande o de un autónomo. El requisito imprescindible es no olvidar nunca quién somos. Nosotros sabemos que hasta en la finca más pequeña puede darse una idea que si la contamos bien y si administramos correctamente los recursos de los que disponemos, puede llegar hasta donde su propietaria o propietario quiera.
Lo bueno del marketing de minifundios no es solo el aprovechamiento de los recursos de cada lugar y la puesta en valor de proyectos que están conectados con el sitio en el que fueron creados. En Galicia, cada aldea, cada lugar pequeño, es apto para inspirar, respirar, compartir y crear como no se puede hacer en otros lugares. Además, con un ordenador y conexión a la red –que es cierto que no es poco pedir en algunos sitios–, no hay límites para trabajar con cualquiera en cualquier parte del mundo.
Así funciona el márketing de minifundios
Nuestro mensaje llegó en estos meses a un ecommerce que vende en toda la península desde una pequeño pueblo de Galicia, a una asociación de empresarios de Costa da Morte que nos confió una campaña de promoción del pequeño comercio, o a un máster de la Universidad de Santiago que forma a las futuras y futuros gestores de nuestro patrimonio cultural.
Nosotros somos tan listos (o algo menos) como los proyectos con los que trabajamos. Porque si vosotros no cuidáis de vuestro minifundio, nosotros no tenemos nada que contar ni lugar desde el que trabajar. Lo más rentable, económica y socialmente, es ser coherentes con nosotros mismos.